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jueves, 14 de mayo de 2009

El dintel de mi puerta

¿Cuál es, ese límite, que nos propone la disposición de la realidad?
En el mar, difuso es el horizonte.
Creemos verlo, siempre... Tan recto como el espacio,
se nos aleja y se nos expande,
para sólo confesarnos que jamás estuvo ahí.

Burla del destino el cambiar las identidades,
nuestras bases se deterioran,
cambian
nos movilizan a creencias extrañas y grotescas vista de los ojos del ciego,
la garganta se inunda en sangre de eterna esperanza
y del horizonte de la pena,
los llantos se nublan de risa y alegría.

Alegorías de jugos en polvo,
nos dejamos vencer tan fácil,
la lucha es sólo una ilusión del sueño tétrico de la noche inacabada.

Mis amigos se diluyen entre mis manos y ya no reconozco ni a mi madre.
¡Aléjate mariposa de capullo que tus colores me atormentan!
Antes eras solo de sueños ahora tu pertenencia es eterna
como el cansancio del esclavo o el amor del martirio.

Enamorado de Frau Eva,
sólo de ella podía cargar con la desesperanza y el olvido.

Macabro reflejo del espejo,
me cambias a tu mandato y burla
¡Libera mi imagen de tu cárcel de colores, que los sonidos vuelvan a mi boca y que el sabor de tu dolor me permita el pensamiento que se me niega por la noches!

¡Aléjate, maldito pájaro, del dintel de mi puerta!

Tu amor es hacer la libertad cadena,
oxidar en papeles de gritos y hundir los libros en tus lágrimas que…
se me negaron por venderse a otro.

¡Estos pequeños dementes, insanos, temerosos!… ¡son sólo niños!

Déjame salir de tu calabozo de orden y conceptos,
que tus manos me alejen de la ternura del padre y del llanto de tu madre.
Tu recuerdo se ha vuelto pensamiento sin palabras,
más oscuro que el oscuro,
se me acerca disfrazado de imagen y visiones,
se mezclan y huyen,
vuelven y se ríen…
saben que son la única forma de tenerte a mi lado,
de eso,
saben mi disposición a su poder

Tenemos que estrangular al amor,
se nos esta volviendo costumbre el ser patéticos
y que el suicidio de las frases se imponga a la conducta del martillo.

Se levantan, inmensas estatuas de margarina.

Golondrina solitaria: ¿me traerías un recuerdo de ella?
Quería hacer de sus lágrimas el océano de mi vida
pero ella
sólo me usó como la llave que abrió el cofre de su desventura.

¡Silencio: abandona mi vida en este instante, que tus llantos no me culpen de tu traición y que maten al pájaro que esta en el dintel mi puerta!

Seré el eterno perfume que se oculte en los cordones de tus pies.

Amógenes 1954 a la tierra.

Funerales del amor incauto
sepultemos lo abstracto y comamos de sus tripas
después de todo lo apuñalamos en beneficio del señor cometa.

Dejen de arrancarse imágenes difusas,
la cobardía de su presencia me esta volviendo loco.

Hermosa niña de las alas multicolores arranca de pureza esta pieza llena de vacío,
con ellas construyó estas palabras.

Pequeña mariposita
confundiste la desilusión de mi ilusión
¡ahora marchan al patíbulo!.. Han sido condenadas por realidad.

Ahora mis llantos se han separado de mis penas,
tienen vida propia y quieren ser dueños de mi conciencia… mis lágrima no son mías: son los gritos de los otros.

Silencio: ¡deja de gritarme en los oídos!
Soledad: ¡toma tus cosas y lárgate de mi casa!
ya no quiero difuminarme en espacio de un chicle de mora
y que los sueños se rompan en sinfonías de cristales,
cortándome
y desangrándome en espacio de música de mermeladas.

Que el flautín me escriba la receta,
espero en la fila del lunes,
total,
el tiempo ya no lo podré comprar.

Caminando en los campos de flores de vidrio y de cristal,
trataría de no correr,
no vaya ser cosa de que me corten.

Ríos de sangre fluida, que la hemofilia del tiempo no torne su pasión en agua.
Se me ha caído un ojo al suelo y he podido ver tus piernas,
¿Te enojaste?
Tú fuiste capaz de tomar mi amor y tirarlo por el water luego de tirarlo.

¡Dejen de meter sus manos en mi cabeza, que paguen por las ideas malditas, dejen de ser yo, que yo ya lo he matado!

Traté de mear hacia el cielo pero Dios me dio con un mar de escupitajos,
me humilló haciéndome persona y me violó encadenándome a un amor de pesadilla.

¡Que los imperios de goma caigan!
Tendremos que incendiar el agua, después de todo, esta hecha de Oxígeno e Hidrógeno.

Que los patos dejen de marchar por mis pensamientos,
quiero despertar de la vigila.
¿Quién me robó el cielo?
Sus manos fueron cortadas y robadas, para que una vez muerto, no siguiera desvalijando al país de sus fantasías.
Castillos de tomate en una sartén de globos enajenados y cigarros de piel curtida
su humo es la droga de los cuervos.

¡Que maten al pájaro que esta en el dintel de mi puerta!

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